¿Qué es la Enfermedad de Gaucher? 4 claves para su detección precoz

La enfermedad de es una patología de baja incidencia: 1 en 40.000 mil nacidos vivos en población general , lo cual la posiciona como enfermedad poco frecuente. Es una patología de transmisión genética (la transfieren ambos padres) caracterizada por la falta de una enzima llamada . La ausencia de esta enzima produce una acumulación de un sustrato específico que afecta el normal funcionamiento de distintos órganos como el bazo, hígado, riñones, pulmones, cerebro y médula ósea.

No obstante su baja incidencia, existe un retraso en el diagnóstico debido a la confusión de sus síntomas con otras enfermedades, el escaso conocimiento en el ámbito médico y en la comunidad en general. La enfermedad se caracteriza por su gran variabilidad en los síntomas clínicos de presentación y en la edad de comienzo de los mismos, favoreciendo el retraso en la detección. Los pacientes con , sin , pueden tener daños sistémicos severos que incluso pueden conducirlos a daños irreversibles.

La patología presenta distintos cuadros clínicos. Podemos identificar 4 síntomas claves para sospechar la Enfermedad :

1. Cansancio: se produce una reducción de los glóbulos rojos causando anemia. Esta a su vez se traduce en fatiga y cansancio notorio.

2. Tendencia hemorrágica: el bajo recuento de plaquetas ocasiona un incremento en sangrados, pudiendo presentar el paciente distintos síntomas de sangrados como hematomas en piel y mucosas.

3. Aumento del volumen y dolor abdominal: existe un notorio y significativo agrandamiento del hígado y bazo.

4. Dolores óseos: pueden presentar dolor óseo crónico o crisis de dolor agudo y fracturas debido a la infiltración de las células de depósito causando fragilidad ósea.

Si bien los síntomas pueden aparecer en cualquier edad, con frecuencia (70%) comienzan en la niñez y adolescencia. El diagnóstico precoz es fundamental para evitar daños mayores en el organismo y a su vez, mejorar su calidad de vida.

Décadas atrás, no contábamos con terapias farmacológicas para tratar la enfermedad y sólo era posible manejar los síntomas y aliviarlos. Desde la década del 90, se descubrió una terapia pionera de las enfermedades de depósito lisosomal: la terapia de reemplazo enzimático que provee de la enzima ausente o disfuncional por una nueva enzima farmacológica logrando la reducción de las sustancia de depósito causante del daño en el organismo y produciendo una mejora significativa de todos los síntomas que presentan los pacientes devolviendo al paciente la calidad de vida y la posibilidad de reinsertarse normalmente a las actividades escolares o de trabajo. Es muy importante sumar tratamientos especiales interdisciplinarios como el manejo del dolor, kinesiología, psicológico, entre otros).

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